Bitácora de un viajero en el Tiempo
Capítulo 1: Un futuro catastrófico.
Bitácora: 11 de marzo, Año: 2553
HOY SIGO VIVO…
Ha sido difícil mi travesía a través del tiempo y el espacio, nada es como se supone que debería ser, nada es como lo había imaginado. Es triste despertar cada mañana en este mundo de locura, de muerte; un mundo seco, sin esperanza.
Llegué a esta ciudad en el futuro con la idea de adquirir nuevos conocimientos. Conocimientos que me permitieran ser mejor persona al volver a casa (a mi tiempo), mejorar mi vida y enseñar a mis semejantes a mejorar la propia, quería traer tecnología, brindar al mundo las respuestas a enigmas científicos, conseguir la cura de las enfermedades mortales, hallar la solución más apropiada a los problemas sociales, suponiendo que los sabios del futuro lo hubieran logrado ya… quería salvarlos, quería salvarme. ¡Dios mío, qué equivocado estaba!
Supongo que era cuestión de tiempo antes de que la catástrofe cayera sobre los hombres. Es algo que pudimos prevenir, pero nunca supimos cómo hacerlo. Por supuesto que tengo miedo, estoy aterrado ¿habrá un día después de mañana?
Las enfermedades están por doquier, padecimientos renales y gastrointestinales son los más comunes debido a las condiciones tan insalubres que esta gente ha tenido que soportar. Los virus han mutado y existen infecciones incluso más peligrosas que aquellas que yo conocía… tengo miedo de estar infectado.
Tampoco hay comida, ni agua. Adiós a la biodiversidad, a los ecosistemas ¡todo se fue al carajo! Las guerras por sobrevivir, fueron inevitables. Esto propició más destrucción, miseria y muerte. Los efectos teratogénicos por acción de las bombas de destrucción masiva empleadas, provocaron increíbles deformidades en los pequeñitos; y aunque ya hace tiempo que estas movilizaciones bélicas cesaron, la sociedad no se recuperará jamás pues se acabó el gobierno, se acabaron las leyes, no existen fronteras o límites… aquí sobrevives como puedas, en este lugar sobreviven los más fuertes… o los más malditos.
La religión ya es historia, todos han perdieron la fe, han olvidaron a su dios… él ya no proveerá, la gente lo sabe. Solo buscan resistir y prolongar lo inevitable.
Veo injusticias en todas partes, los valores humanos ya no tienen significado, el ser humano se ha convertido en un animal irracional, el animal más salvaje y cruel.
No puedo evitar sentirme culpable de esta horrible situación pues pertenezco a la generación del derroche y el abuso, de la ignorancia, el consumismo. Soy parte de esa sociedad que se sentó frente a un televisor o una computadora y no aprendió nada. Fui su títere, su juguete. Formo parte de los responsables de esta tragedia. ¿Por qué nadie hizo nada? ¡¿Por qué?! Supongo que ninguno hubiera creído jamás que algo pasaría.
Esta noche haré otro viaje, necesito comprender cuál es el motor del mundo, la maquinaria de la humanidad para así entender lo que aquí pasó y si es que puede evitarse. Regresaré de vuelta al pasado, mucho tiempo atrás, antes de que la historia adquiera su nombre. No me rendiré… nos salvaré.